Compartir tiempo con familiares y amigos realmente puede hacer que la vida sea mejor. En las áreas del mundo donde la gente es más longeva, una de las claves es reunirse con regularidad con los seres queridos para reconectar y socializar. Esa es la idea tras el principio Power 9 de la Hora Social de las Blue Zones.

El corredor de bienes raíces, Dana Wilson, cree firmemente en ello. Como chef amateur que disfruta cocinar para los demás, Wilson entiende cómo es que compartir tiempo con amigos, buena comida y una que otra copa de vino puede encender la felicidad. En su comunidad, al igual que en muchas otras durante el cese de operaciones por la pandemia, más gente está empezando a salir a caminar, a sentarse en sus patios y a conversar con vecinos hasta entonces desconocidos. Durante ese tiempo de aislamiento social, Wilson se dio cuenta de que la gente estaba tratando de conectarse. Fue así que se le ocurrió invitar a camiones de comida a su vecindario como una especie de Hora Social extendida. "La comida es una de esas cosas que facilita las conexiones", explica Wilson. "Podíamos poner en práctica el distanciamiento social mientras esperábamos en fila para recoger nuestra comida, conversando con los vecinos y compartiendo comida juntos de manera segura".

El vecindario también fue el escenario de un desfile motorizado para una de las hijas de Wilson, cuando la pandemia canceló los planes originales para su boda. La familia celebró la boda a escala reducida en el jardín frontal, colocando mantas en el suelo para que los pocos invitados, siempre con sus mascarillas, pudieran sentarse sin dejar de poner en práctica el distanciamiento social. Otros asistieron desde sus autos, estacionados en la calle, y los familiares que viven lejos se unieron vía Zoom, incluidos los seis hermanos de Wilson. "Fue fenomenal y muy divertido", recuerda Wilson. "Fue la boda más íntima y auténtica a la que jamás haya asistido".

Para Wilson, el concepto de la Hora Social está estrechamente relacionado con otro principio Power 9 conocido como la Tribu Correcta, que consiste en conectarse con una sólida red que fomente los comportamientos positivos. Disfruta de la camaradería con otros voluntarios que dirigen una serie de talleres de Divorcio organizados por Second Saturday. El grupo sin fines de lucro reúne a profesionales capacitados para ayudar a mujeres a lidiar con los problemas legales, financieros, familiares y personales relacionados con el divorcio. "Este proyecto de difusión me llena el corazón y me toca el alma", dice Wilson. "En cada taller, me cruzo con personas que están viviendo con dolor, que necesitan ayuda, que tienen preguntas y que se sienten perdidas. Llego a darme cuenta de que soy parte de lo que les ayuda a encontrar una respuesta".

Otra parte importante de su red personal es un grupo llamado "100 Men Who Give a Damn" (es decir, "100 hombres a quienes sí les importa"). Su misión es juntar a más de 100 hombres a quienes les importen causas locales y que estén comprometidos a brindar su ayuda. En las reuniones trimestrales, cada miembro hace una contribución de $100 (que en conjunto forman un monto de $10,000) para donar a una obra de caridad local. Después de escuchar las presentaciones de tres organizaciones sin fines de lucro, los miembros votan y le otorgan los $10,000 a la organización ganadora.

Wilson también ayuda a la comunidad como mentor para Academy 4, una organización independiente sin fines de lucro en Fort Worth que proporciona mentores de liderazgo a niños del cuarto grado en escuelas de bajos recursos económicos. Los mentores voluntarios capacitados se reúnen con los estudiantes una vez al mes para desarrollar la autoestima y fomentar el logro académico y la participación en la vida escolar, así como para ayudarles a ver su futuro con más optimismo. "Trabajar con estos niños y ver su alegría al sentir que un adulto se preocupa por ellos es un cheque de pago psíquico que no tiene precio", dice Wilson. "Yo me beneficio más de esto que ellos. Pero espero haber plantado una semilla y que dentro de algunos años ellos puedan decir que en algo les ayudé". A través del programa de mentores, Wilson descubrió otro principio Power 9: el sentido de Propósito. En las áreas de las Blue Zones, tener un fuerte sentido de Propósito promueve una vida más feliz y saludable. "Sin un Propósito, somos como un barco sin timón", explica, y está dedicado a perpetuar la "cadena de favores".

Fue necesaria una batalla con el cáncer para despertar la pasión de Wilson por "hacer el bien por el simple placer de hacerlo". Él y su esposa, Melanie, Directora Ejecutiva de Cancer Care Services, en Fort Worth, son sobrevivientes de cáncer en etapa IV, y perdieron a una de sus hijas, de 21 años, a causa de la enfermedad. Ahora se ofrece como mentor voluntario para pacientes de cáncer de cabeza y cuello y sus familias, y dona una parte de cada una de sus comisiones de bienes raíces a la organización. Siente que las bendiciones que recibe al ayudar a los demás valen más que sus contribuciones.

Para Wilson, los principios Power 9 son el camino a una vida plena. Ha aprendido a Relajarse y a establecer su propio ritmo y sus prioridades para reducir el estrés. También se concentra en el principio de la Familia Primero, siendo su esposa, hermanos, hijos y nietos una de sus principales prioridades. Al adoptar los hábitos de las personas más longevas del mundo y conectarse con personas con un pensamiento similar que quieren perpetuar la "cadena de favores", Wilson dice que ha encontrado un sentido potenciado de bienestar y que ha construido una vida más profunda y con más significado. A pesar de las dificultades y los desafíos a lo largo de los años, no solo ha aprendido a sobrevivir, sino a prosperar.