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EL PODER DEL 80%


La Dra. Kelly Fisher sigue la Regla del 80% al servir porciones saludables de medicina culinaria.

La Dra. Kelly Fisher es una gran partidaria de la medicina culinaria. Fisher, que es Profesora Asistente de Prácticas Profesionales en el Departamento de Ciencias Nutricionales de TCU, dice que la malla curricular de medicina culinaria "cambia las opiniones de muchos estudiantes con respecto a la comida".

Dos principios Power 9 de las Blue Zones (comer con un Enfoque en Plantas y la Regla del 80%) son características clave en la clase electiva de medicina culinaria que Fisher ayuda a coordinar para los estudiantes de medicina del Centro de Ciencias de la Salud de University of North Texas. "Una de las cosas que enseñamos en medicina culinaria es la manera en que el microbioma (las complejas bacterias interconectadas que se encuentran en los intestinos humanos) se ve influenciado por los alimentos", indica. "Si quieres aumentar la función inmunológica y reducir la enfermedad crónica, necesitas alimentos con fibra". Las frutas, las verduras y los granos integrales "contribuyen a nuestra salud intestinal", señala, mientras que las dietas de moda que satanizan a un micronutriente en particular, como carbohidratos o grasas, no logran el verdadero objetivo.

Fisher dice que la fibra nos deja más satisfechos y nos ayuda a lograr el difícil principio del 80%: alejarnos de la mesa antes de sentirnos completamente llenos. La fibra, que se encuentra en la mayoría de verduras, en muchas frutas y en los granos integrales, es una manera saludable de llenar el estómago sin llenarse de calorías vacías. Las proteínas también nos deja satisfechos, y la Dra. Fisher menciona que hay muchas maneras de obtener proteínas a partir de fuentes vegetales. Por ejemplo, la quinoa no es un grano como el cereal, sino un pariente de la espinaca. Y de por sí, la quinoa es una fuente de proteínas repleta de fibra.

Como complemento de su trabajo en clase, los estudiantes de pregrado de dietética de TCU tienen la oportunidad de hacer un tour de compras de las Blue Zones en una tienda de alimentos local, examinándola a través de una lente de las Blue Zones. El solo hecho de reconocer las etiquetas de las Blue Zones en los estantes de alimentos ayuda mucho a los estudiantes, quienes trabajarán con pacientes en el futuro, a recordar el mensaje. El otro consejo que Fisher comparte incluye un nivel de atención plena (mindfulness) – otro principio de las Blue Zones – con respecto a la manera en que comemos. "Mira lo que hay en tu plato", dice Fisher. "No comas frente a una pantalla y no comas en el trabajo o mientras estés distraído. Piensa en cada bocado".

Comer en nuestros automóviles se ha convertido en una triste necesidad, ya que muchos de nosotros vamos apurados de un compromiso a otro. Y Fisher es consciente de que todos estamos haciendo lo mejor que podemos cada día. "Si comes en casa, ir a un restaurante es un lujo", dice Fisher. "Pero si comes fuera de casa muy seguido, hay que verlo de forma diferente". Los dietistas matriculados trabajan duro para no decirles a las personas que sus comidas favoritas están terminantemente prohibidas. La mayoría de alimentos pueden consumirse con moderación en el transcurso de un patrón de alimentación saludable. "La mayoría de restaurantes cuentan con opciones", señala. Cambiar las papas fritas por fruta o ensalada (siempre y cuando la ensalada no esté nadando en aderezo) es una manera de hacer un cambio saludable.

Pero si no te gustan las verduras o no sabes cómo incorporarlas en nada más que ensaladas, ¿cómo comes con un Enfoque en Plantas? Fisher admite que, incluso siendo dietista matriculada, fue difícil llenar su dieta de verduras al principio. "Comencé a pensar que tenía que arreglar mis hábitos alimenticios", cuenta. "Al principio, mi objetivo era simplemente comer una verdura una vez al día". Dice que no se preocupaba de un número específico de porciones, sino solo de incluir verduras en cada comida. Puede ser tan simple como agregar una porción grande de lechuga y tomate en un sándwich o poner verduras en un omelette. "Las verduras al horno son deliciosas", dice Fisher. "Por lo general agrego un poco de aceite de oliva, ajo picado y un poco de sal y pimienta". Fisher dice que la mayoría de verduras se asan bien a 425 grados Fahrenheit en unos 20-25 minutos. Las verduras de raíz, como las papas, necesitan entre 30 y 45 minutos.

Otra clave para la salud que Fisher recomienda a todos es la hidratación. "Beber agua y mantenerse hidratado ayuda en todo", indica. "Tomar un refresco nunca te dejará satisfecho". No es ciencia de cohetes: es medicina culinaria.