Toda persona que pasa unos momentos con María Buendía termina preguntándose, al final de la conversación, cómo es que logra hacer todo lo que hace en un solo día. Además de trabajar en el Distrito Escolar de Fort Worth (FWISD) desde hace muchos años, Buendía es voluntaria de Blue Zones, cuida de su familia y, aun así, encuentra tiempo para Moverse Naturalmente: uno de los principios de Blue Zones para una vida saludable, que anima a la gente a moverse un poco más cada día para mejorar su salud. Poner a los seres queridos primero es una característica común entre las personas más longevas del mundo. Al ser la mayor de cuatro hermanos, el papel de Buendía en su familia tradicional es ayudar a sus padres con sus necesidades sociales y de salud. Los centenarios de las áreas Blue Zones originales de todo el mundo consideran que mantener cerca a los padres en su vejez trae un beneficio de salud multigeneracional, tanto para los padres como para los hijos, y Buendía considera que tiene la bendición de estar en el corazón de una familia de cuatro generaciones.

Para Buendía, la travesía rumbo a la salud a través de Blue Zones empezó cuando un excolega la inscribió como voluntaria para entregar suministros a diversos campus de FWISD. Al principio, Buendía entregaba material de lectura sobre alimentación saludable y Blue Zones Power 9. Hoy en día, en medio de una pandemia, entrega suministros de seguridad e higiene para profesores y personal, además de libros para los alumnos. Buendía dice que la filosofía Blue Zones de simplemente moverse un poco más para aumentar la longevidad capturó su atención, y que la acción de ofrecerse como voluntario puede crear conexiones significativas que mejoran la salud de las personas que optan por dar su tiempo de esta manera. Pero un choque con la COVID-19 hizo evidente la necesidad de tomar medidas para mejorar su salud, de modo que pudiera seguir cuidando de sus padres, hijos y nietos. En junio, Buendía, su esposo e hija menor se enfermaron. Buendía, que tiene diabetes y artritis reumatoide, dice que "se puso en buenos términos con Dios en sus oraciones". A medida que todos se recuperaban lentamente, Buendía se dio cuenta de que el tiempo que había pasado en cama no estaba contribuyendo a que sus articulaciones se sintieran mejor. Es por ello que empezó un régimen simple.

"En la mañana me despierto a la misma hora que mi esposo y me despido de él cuando sale a trabajar", dijo. "Luego empiezo mi día caminando en el parque detrás de mi casa". La rutina matutina de Buendía ha ido creciendo hasta incluir el ciclismo, y ha descubierto que, al moverse más, uno obtiene algunas recompensas inmediatas. Ha bajado de peso y está convencida de que esto le está ayudando en el tratamiento de su diabetes tipo 2. "Tengo que hacer algo por mí", dijo. Dice que durante años su médico le dijo que el ejercicio suave es importante para el tratamiento de su artritis. "Y, mientras más me muevo, menos dolor siento", dijo Buendía.

Ofrecerse de voluntaria en Blue Zones le ha dado, además, una recompensa adicional en la forma de un cambio en su dieta. Buendía dice que agregar un Enfoque en Plantas a su dieta ––aumentar su consumo de frutas y verduras crudas y disminuir los productos animales–– ha producido lo que ella llama "un cambio en sus papilas gustativas". Dice que, cuando cambió su dieta, se acostumbró a las comidas basadas en plantas y a comer menos carne.

La muy unida familia de Buendía incluye a sus padres, cuatro hijos y tres nietos, con el cuarto en camino. Los cuatro hijos de Buendía se encuentran en diferentes etapas de su partida del nido familiar. Su hija mayor es enfermera y su hijo menor, Marine. Su hijo mayor acaba de dejar la casa, pero todavía visita para comer o para un corte de cabello. Su hija menor estudia en TCC y también trabaja en Fort Worth ISD. "El trabajo de una madre nunca termina", dijo Buendía. Últimamente, la actividad se ha convertido en un asunto generacional para su familia. "Les digo que no se queden encerrados en la casa", dijo. Ella comparte su pasión por estar afuera con sus nietos. "Tienes que estar afuera, no en un gimnasio", dijo. Buendía camina con sus nietos, y en el verano nadan juntos. "Ellos saben que pueden ir por la abuela y que ella jugará con ellos", dijo Buendía.