No hace falta cavar muy profundo para encontrar el Propósito de Mary Jo Greene. La efervescente inglesa, jardinera de oficio y maestra de profesión, tiene una extraordinaria pasión por la jardinería. "No tengo nada de especial en Inglaterra", cuenta Greene. "Vengo de una cultura de jardineros". En el Reino Unido, las escuelas incorporan la tarea fundamental de enseñar a los niños el proceso mediante el cual las cosas van de la semilla a la planta y, por último, al plato. "La mayoría de escuelas del Reino Unido tienen jardines – es una parte integral del programa de estudios", señala.

Greene, que trabaja con el Blue Zones Project facilitando jardines y el amor por las cosas que crecen en varias escuelas de Fort Worth, escribió un plan de estudios para alumnos de preescolar que también incluye matemática, integración sensorial, arte, juego y, desde luego, comer lo que han cultivado. "La jardinería es exploratoria e intuitiva y en verdad no es necesario enseñarla", opina. Greene considera que el jardín es un gran espacio de igualdad. "Un jardín es un espacio increíblemente nivelador: no hay respuestas incorrectas", dice. "¡Se vuelve intuitivo una vez que pasas la etapa de ’no apuñales a tu amigo con la herramienta’!"

Al ser un isla pequeña, el Reino Unido importa lo que no puede cultivarse o fabricarse ahí mismo. Y los esfuerzos que se hicieron durante la Segunda Guerra Mundial han permanecido con la población a lo largo de generaciones, dice Greene. Durante la guerra, los patios de los palacios de Buckingham y Kensington fueron convertidos en terrenos de cultivo. "Eso se quedó con nosotros -- ponemos jardines en comunidades, patios y escuelas", comenta. "En Inglaterra, las asignaciones (parcelas de jardines comunitarios) están protegidas por leyes muy complicadas que regulan el uso de la tierra, y es posible alquilar una por alrededor de $12 al año".

La transición a Texas fue reveladora para alguien cuyos abuelos trabajaron en los jardines de grandes propiedades en el Reino Unido. "Aquí el cultivo perenne prolífico es el césped", señaló entre risas. "Cuando recién llegué aquí, me pareció que Texas es un ambiente realmente hostil para un jardín – pero es un lugar óptimo para cultivar, tanto en la primavera como en el otoño, cuando puedes cosechar algunas cosas por segunda vez". Al haber cultivos perennes y anuales que pueden plantarse durante todo el año, siempre hay algo que ver y algo que comer. La lechuga es una planta sorprendentemente robusta y resistente – Greene dice que la lechuga de los jardines de su escuela sobrevivió el brutal frío de febrero. Además, la jardinería puede brindar una lección en paciencia. "Las zanahorias demoran mucho tiempo en crecer", señala. "Cuando los niños cultivan una zanahoria, es probable que no la desechen porque demoró tanto tiempo en crecer".

La jardinería también ofrece a los niños pequeños un vistazo al mundo de la alimentación con un Enfoque en Plantas. "Los niños no comerán un guisante chino en la mesa, pero en el jardín probarán aunque sea uno", dice Greene. "Tal vez sea por presión de grupo, o tal vez porque ellos mismos los cultivaron". Cultivar alimentos "marca varias de las casillas de las Blue Zones", como la Relajación y construir un sentido de Comunidad. Y Moverse naturalmente: Greene dice que los niños de preescolar no tienen suficiente fuerza en la parte superior del cuerpo antes de empezar a participar en deportes, y que en el jardín hay muchas oportunidades para levantar cosas y moverse naturalmente. "No usamos herramientas eléctricas, lo que hace posible que nos movamos de una manera más natural", dice.

Pero lo más importante que Greene ha notado es la diferencia en la manera en que las personas que cultivan parte de lo que comen piensan sobre los alimentos. "Al llegar a Texas, siendo de Gran Bretaña, llegué con mis hijos de preescolar y de 5° grado y sentí como si me hubieran dado la llave de la fábrica de Willy Wonka. Había mucha azúcar en todos lados, hasta en el pan". Y nuestra forma de comprar también fue reveladora para ella. Muchos ingleses no tienen refrigeradores gigantes y un segundo congelador, así que van de compras cada pocos días porque no cuentan ni con la refrigeración ni con el espacio para almacenar comida.

"Honestamente, 80% de una porción en Texas sigue siendo demasiada comida", dice Greene en referencia al principio de las Blue Zones que anima a la gente a dejar de comer antes de estar completamente satisfecha. "Las porciones son realmente increíbles. Y hay muchas personas que comen en sus vehículos".

Si bien muchos de nosotros padecimos con el aislamiento que 2020 trajo consigo a causa de la COVID-19, Greene cree que el habernos dado cuenta de que estamos a la merced de la cadena de suministro podría despertar un interés en la jardinería, o al menos en el deseo de las personas de apoyar a los mercados artesanales locales y a los productores locales. Además, con la llegada de la primavera, es el momento perfecto para disfrutar la jardinería antes de que empiece el calor del verano. "Cultivar trae alegría y satisfacción", señala. "No abandonemos el sentimiento que produce redescubrir el aire libre y ser felices".